La obra culminó con aplausos y felicitaciones; los actores, emocionados, saludaban y gritaban a coro “¡Sansinena, Sansinena!”... otra vez más, la magia del teatro logró convocar a personas de distintos pagos y reunirlas por medio del arte. Y en este caso, un arte que daba cuenta de sus historias como personas y como pueblo.




















La cultura es un puente que permite el diálogo, la autoestima, la integración. En estos pequeños lugares es posible, todavía podemos mezclar diferentes clases sociales y cambiar las formas tradicionales y conservadoras de pensamiento que no nos dejan crecer como personas, como seres humanos que somos.

Emilia.

POR LOS CAMINOS DE MI PUEBLO...